lunes, diciembre 13, 2010
Happiness, una breve y triste historia feliz
Esta mañana la prensa nos contaba el nacimiento de un bebé en aguas del Estrecho, la incipiente historia de una naonata que vuelve a recordarnos el desesperado y muchas veces vano intento de tantas mujeres y hombres africanos por mejorar sus vidas. Esta noticia, repleta de irónicos contrastes, tenía la rara esencia de aunar el gozo y desconsuelo, esa desconcertante sensación que nos llega al conjuntar algo tan dispar como la rabia y la ternura. Happiness será su bonito nombre y puede que se le ocurriera a su madre cuando desde la patera avizoraba la cercana costa o sólo puede que una vez más la esperanza de los más débiles nos haga un guiño de hermoso ejemplo de resistencia a la adversidad.
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