viernes, enero 07, 2011

Fumas o denuncias?

Vaya por delante que soy un fumador que está en pleno proceso de abandono del tabaco, por lo cual podría deducirse que tengo una postura favorable ante la ley, nada más alejado de la realidad. Intentaré explicarme.
Esta ley me parece una despótica intromisión en la vida de los ciudadanos, una intolerable falta de respeto a la capacidad volitiva de los mismos para elegir. Restringen los espacios para fumadores porque no tienen lo que hay que tener para prohibir el tabaco e ilegalizar a 11 millones de fumadores.. En la anterior ley cabía la posibilidad de optar entre espacios para fumadores o sin ellos, a nadie se le obligaba a meterse con los niños en un local saturado de humos.
Es, sin duda, la ley más restrictiva de Europa, volvemos a hacer uso del espíritu quijotesco en su peor vertiente, nosotros más que nadie. En Holanda, país ejemplar en tantas cosas, ya han dado marcha atrás.
No es una irónica cortina de humo del PSOE  para ocultar la crisis, para eso ya no hay trucos. Es ese afán de control paternalista tan propio de la izquierda, una prueba más de la mediocridad reinante en nuestra clase política en particular y en la del mundo en general. Son esos mismos botarates que se han dejado engañar por el sistema financiero, soltándoles una pastizara para que sigan jugando al Monopoly a nuestra costa.
Se hacen tímidos e infructuosos intentos para controlar las emisiones de CO2, NO2 y demás sustancias que respiramos alegremente cada día y que causan más mortandad que el tabaco. El poderoso binomio formado por la industria petrolera y automovilística no está para aguantar este tipo de bromas restrictivas e imponen su propio ritmo desintoxicante; llevamos décadas esperando unos motores "limpios" que no terminan de llegar.
Como remate de tamaño despropósito está la infamante recomendación de la señorita Leire Pajín, irredenta jacobina devenida en guardiana de nuestra salud, de denunciar a los que incumplan la ley. Consejos tan saludables no resultan muy creíbles proviniendo de tan rolliza figura; dicen que los cigarrillos disminuyen el apetito.
El asunto tiene ese regusto amargo a los viejos tiempos de la Stasi pero disfrazado del complaciente "buenismo" reinante.
Y de colofón unas pinceladas para rematar este sinsentido.
INCOHERENCIAS 


Hay quien se empeña en alargar la vida, cuando lo realmente importante es ensancharla. Anónimo.

Han conseguido entontecernos y someter hasta la inacción nuestra natural rebeldía, no debemos permitirlo. !!Remember Esquilache!!

1 comentario:

Darwin Bruno dijo...

Muy interesante. Buen blog. Un gusto seguirte. Te envío un cordial saludo deseándote una buena semana.